EL CAMPING DE LOS ALFAQUES
Las apariciones
espectrales en las carreteras no siempre forman parte de una leyenda. Existen
lugares donde la realidad supera la ficción.
En los Alfaques, cerca de
Tarragona, hace mas de 30 años ocurrió una gran tragedia donde más de un
centenar de personas perdieron la vida y como suele ocurrir en algunos de esos
lugares donde la muerte violenta deja su huella, años después esa barbarie parece
manifestarse para recordar a las personas que pasan por el lugar donde un día
hubo gente viviendo sus últimos instantes de vida y que a día de hoy se puede
observar una especie de reproducción espectral de esos últimos momentos de
existencia que tuvieron dentro del mundo de los vivos.
El 11 de Julio de 1.978 un
camión cisterna Pegaso cargado con 25
toneladas de propileno líquido circulaba por la actual N-340, lo llevaba de
Barcelona a Puertollano superando su carga en algo más de 5 toneladas, según lo
permitido para ese tipo de camión cisterna.
Además según las
investigaciones posteriores, dicho camión no cumplía las normas de seguridad en
la cisterna, ya que no disponía de ningún sistema que expulsara la presión
acumulada sobrante.
Ese día las 800 personas
que residían de forma vacacional en el Camping de los Alfaques, no se podían
imaginar ni por un solo instante la tragedia que iba a asolar ese lugar.
Todo ocurrió a la altura de San Carlos
de la Rápita, en Tarragona, en el kilometro 159,300.
El camión debido a un fallo hidráulico en el deposito hizo saltar la rueda de repuesto, provocó el escape gaseoso del líquido, dando paso a una posterior explosión a las 14, 36 y el camión se dividió en siete proyectiles mortales justo delante del Camping de los Alfaques, el conductor murió aplastado por la cabina que se desplazó varios metros, otra parte del camión cayó sobre la discoteca Las cancelas, derribando sus muros y mató a una niña de 4 años, su hermana, madre y abuela.
El camión debido a un fallo hidráulico en el deposito hizo saltar la rueda de repuesto, provocó el escape gaseoso del líquido, dando paso a una posterior explosión a las 14, 36 y el camión se dividió en siete proyectiles mortales justo delante del Camping de los Alfaques, el conductor murió aplastado por la cabina que se desplazó varios metros, otra parte del camión cayó sobre la discoteca Las cancelas, derribando sus muros y mató a una niña de 4 años, su hermana, madre y abuela.
reloj que se encontró en la escena marcando la hora del accidente. |
Pero lo peor fue la enorme
bola de fuego que provocaron los 26. 100 litros de propileno, esta bola de
fuego llego a los 2000 ºC, arrasando
todo a su paso,
De los 800 turistas que
estaban en ese momento en el camping, unos 97 murieron de forma instantánea.
Algunos permanecieron vivos unos segundos con la piel hecha jirones y en llamas, otros corrían hacia la playa cegados por su instinto de supervivencia sin pensar en la grandísima temperatura a la que estaba el agua, además habían muchas explosiones secundarias por las bombonas de butano y los coches.
Otras 118 personas sufrieron quemaduras de segundo y tercer grado en el ochenta por ciento de su cuerpo y morían días después en hospitales de Valencia, Tarragona y Barcelona, en total hubieron 215 fallecidos.
Algunos permanecieron vivos unos segundos con la piel hecha jirones y en llamas, otros corrían hacia la playa cegados por su instinto de supervivencia sin pensar en la grandísima temperatura a la que estaba el agua, además habían muchas explosiones secundarias por las bombonas de butano y los coches.
Otras 118 personas sufrieron quemaduras de segundo y tercer grado en el ochenta por ciento de su cuerpo y morían días después en hospitales de Valencia, Tarragona y Barcelona, en total hubieron 215 fallecidos.
Javier Martín Moraleda
natural de Zaragoza, fue uno de los primeros que pudieron ver una de esas
apariciones que tuvo lugar el 19 de Agosto del 2003. Regresaba a San Carlos de la Rápita donde
residía en esos momentos, el reloj del
coche marcaba cerca de la una de la madrugada, aunque fuera empezaba a
refrescar en el interior del vehículo todavía se sentía el calor de haber
estado todo el día bajo el sol, circulaba cerca de algún polígono industrial y
al haber algún que otro coche circulando redujo la velocidad a 70 km hora,
faltaba poco para llegar a su destino, encendió las luces largas, en ese
momento la temperatura del interior del coche descendió y pudo ver a su
izquierda y como si hubieran salido de la nada invadiendo el carril y a menos
de 1 m de el coche unas figuras en fila india, todos iban vestidos de forma
playera y ni siquiera se percataban de su presencia, la ultima figura es la que
mas le impacto era un niño con pantalón corto, llevaba un chaleco encima de una
camiseta y en la mano un cubo como si viniera de jugar en la playa pero al mirarlo
mas detenidamente se dio cuenta de que no tenia rasgos faciales.
Hay muchos testigos de
visiones, gente cercana al pueblo y
otros que circulaban por la carretera han podido ver niños con cubos de playa y
ropa veraniega aunque fuera invierno, los llaman los niños del cubo, también
hay quien a podido grabar a alguien pidiendo ayuda- help - o han visto una niña
que se les aparece y que les habla diciéndoles - busco a mi mamá -.
La historia de la
aparición de la niña para muchos periodistas y personas que seguían las
investigaciones parapsicológicas de estas apariciones pasó como una mas hasta
que otra información hizo cambiarlo todo.
Muchos medios buscaron
durante mucho tiempo al llamado niño del polo, un niño que sobrevivió aun
estando en el centro de lo acontecido, esta persona estuvo alejada de cualquier
medio para poder olvidar lo pasado.
Un día viendo un programa
en el que se hablaba de una investigación sobre los alfaques, esta persona se
puso en contacto, quedó en ir con el investigador al camping y durante una
conversación le mencionó que habían muerto allí su madre y su hermana a la que
no habían encontrado, sin saber nada acerca de las apariciones de la niña rubia
y al preguntar como era su hermana, el respondió que era muy guapa con el pelo claro
y largo y que se llamaba Nerea y tenia 6 años, todo ello hizo que los
testimonios de la visión de la niña preguntando por su madre tomaran relevancia
y se ajustaran a la hermana de esta persona. Se empezaron a buscar nuevos
testimonios hasta que al final todo lo relatado y recogido en la investigación
les llevó a una fosa común donde estaban todas aquellas personas que no
pudieron ser reconocidas ya fuera por no ser reclamadas o por el estado en que
quedaron.
También hay quien da fe de
que allí se registran numerosas psicofonías durante la noche o incluso decenas
de personas que hablan de gente con el rostro quemado que parece pasear por esa
carretera sin rumbo fijo.
Los primeros testimonios
datan de 1.980, dos años después de la tragedia, fecha en que comienzan este
tipo de apariciones según los testimonios recopilados hasta el momento, ya que
en esos dos años anteriores parece no existir ningún testigo que asegure haber
presenciado sucesos de este tipo en las cercanías del camping de los Alfaques,
cosa que podría incluso avalar la teoría que algunos expertos en este tipo de
sucesos plantean diciendo que del momento de la muerte trágica hasta que
comienzan a desencadenarse los fenómenos paranormales, pasa un espacio de
tiempo considerable de varios meses o años.
Otra de las teorías que
existen con respecto a este tipo de fenómenos es la que plantea la posibilidad
de que una muerte repentina puede dejar al espíritu de la persona fallecida
completamente confundido ya que al haber sido todo tan rápido no se a percatado
de su propia muerte y no comprende que está ocurriendo en su entorno, lo que
podría llegar a explicar este tipo de conductas por parte de estos supuestos
espectros que parecen vagar por los lugares donde la masacre o la barbarie
estuvo presente.
Tres hombres acudieron
durante varios fines de semana a esta N-340 a la altura del camping los
Alfaques en busca de obtener respuestas sobre los extraños sucesos que venían
repitiéndose en el lugar.
La última vez que
estuvieron fue el Lunes 18 de Septiembre, pasaron allí desde la una de la
madrugada hasta las cinco aproximadamente, según uno de ellos esa noche fueron
testigos de lo insólito en dos ocasiones, la primera fue cuando pasaban con el
coche a unos 800 metros del camping dirección Tarragona y pudieron observar
como varias personas permanecían en el arcén de la carretera y ante sus propios
ojos desaparecían segundos después.
Una vez en el sitio y
después de buscar un lugar estratégico para acomodarse a un lado de la
carretera, comenzaron a realizar sesiones psicofónicas y grabaciones de vídeo
mientras uno se encargaba de realizar algunas fotografías del lugar.
Todo transcurría con
aparente normalidad aunque según sus palabras, los tres sentían la sensación de
estar acompañados, “algo muy común en los lugares donde suceden este tipo de
apariciones” sobre las tres de la mañana ocurrió algo que dejó a los tres
compañeros completamente asombrados y por lo cual posteriormente decidieron
ponerse en contacto con un experto para
contarle sus experiencias en el lugar, lo que desencadenó posteriormente en la
realización exhaustiva de esta investigación documental.
A las tres de la mañana
todos los aparatos “cámara de vídeo, cámara de fotografíar y las dos grabadoras
de audio” dejaron de funcionar a la vez, pilas y baterías se había descargado
de forma simultanea, cosa que en un primer momento achacaron al desgaste de las
mismas debido al uso, aunque les sorprendía que se hubieran producido en el
mismo instante, no le dieron mayor importancia y decidieron cambiar las pilas y
la batería de la videocámara, fue entonces cuando se toparon con lo absurdo,
ninguna de las pilas de recambio, ni la batería que llevaban funcionaba..
En la actualidad el
camping funciona perfectamente, es un lugar además muy concurrido, quizás por
eso algunos de los testigos de estos últimos años sean personas que han pasado
allí algunos días viviendo en esa zona donde la impregnación parece dejar una
vez más su huella.