EL
TITANIC
Casi como retando a los dioses, con esta frase se describió al Titanic cuando se comenzó a construir, allá por inicios del siglo XX. Para su época, el RMS Titanic fue el barco más grande y más lujoso del mundo. Fue construido entre 1909 y 1912 en Belfast, a cargo de la naviera White Star Line.
Un 10 de abril de 1912 zarpó de
Southampton, Inglaterra, con destino a Nueva York, pero el 14 de abril, a las
23:40, chocó con un iceberg en medio del océano Atlántico. Esta colisión
desataría uno de los mayores naufragios de la historia, causando la muerte de
1502 personas.
A partir de este desastre, la
historia del Titanic se llevó a la pantalla grande a través de películas como A
Night to Remember (1958), El hundimiento del Titanic (1969) y la aclamada obra
de James Cameron, Titanic (1997). Estas películas abordaron desde distintos
puntos de vista lo que sucedió durante esa noche, pero hasta hoy muchos se
preguntan qué es lo que realmente ocurrió.
Los encargados de construir el
Titanic alegaron que era “un barco que ni Dios sería capaz de hundir“. Se decía
que era sumamente sólido y que incorporaba la tecnología más avanzada de la
época como mamparas herméticas que dividían al barco en 17 compartimientos
independientes, telegrafía de punta, un nuevo sistema de hélices, etc.
Sin embargo, recientes estudios
como el del Instituto de Física del Reino Unido revelaron que los materiales
utilizados para su construcción eran de mala calidad, lo cual lo convertía en
una embarcación propensa a catástrofes.
Revelaciones
desde las profundidades
Por otro lado, la investigación
llevada a cabo por John Chatterton y Richie Kohler para el documental “Los
últimos momentos del Titanic” sacó a la luz muchos hechos que no se conocían
del día del naufragio.
El objetivo de esta expedición
fue buscar nuevas pruebas en los restos del Titanic que revelen más de lo que
pasó el 14 de abril. El equipo a cargo de la misión contó con ingenieros
navales, arquitectos e historiadores que analizaron los hallazgos.
El gran descubrimiento fueron las
secciones intactas de la parte inferior del casco del Titanic. Según los
encargados de la misión, estos restos cambiaron por completo la percepción que
se tenía del hundimiento del transatlántico.
Se llegó a la conclusión de que
el barco no solo habría chocado contra el iceberg por un lado, sino que la
rotura que permitió la inundación se dio en el doble fondo, como una especie de
encallamiento.
Leyendas
y mitos
Sin embargo, hay hechos que
quizás nunca conoceremos del todo. Por ejemplo, se dice que el Titanic iba a
gran velocidad a pesar del conocimiento de peligro de icebergs. Esto sería
porque White Star Line quería batir el récord en cruzar el océano Atlántico.
El capitán Edward John Smith
habría dado esta orden, olvidándose de la cantidad de témpanos que había en
aquella zona del Atlántico. Hay quienes aseguran que Smith habría recibido
hasta siete advertencias de iceberg.
También se especula que el
capitán habría cometido el error de no ordenar el abandono del barco, por lo
que muchas personas ni se percataron del accidente. Además, muchos botes
salvavidas partieron semivacíos. Todo esto bajo la responsabilidad de Smith.
Una de las leyendas más populares es la de la maldición de la
momia egipcia que era transportada en el Titanic. Según esta leyenda, en las
bodegas del barco viajaba la momia de la princesa egipcia de Amon-Ra, cuyo
sarcófago fue hallado alrededor de 1890.
Todas las personas que alguna vez
se cruzaron con esta momia tuvieron un desafortunado desenlace: desapariciones,
accidentes bizarros y muertes extrañas. Como ningún museo quería tenerla, un
arqueólogo americano la habría adquirido. Finalmente, ambos terminarían en las
profundidades del Atlántico
El
Titanic II
Parecía imposible, pero Clive
Palmer, uno de los magnates más influyentes de Australia, ha decidido construir
una réplica del famoso RMS Titanic. La construcción estaría a cargo de Blue
Star Line, una empresa naviera de China.
Según Palmer: “Titanic era el
barco de los sueños, Titanic II es el barco donde los sueños se hacen
realidad”. Tanto el diseño interior como el exterior sería igual al del barco
original, pero obviamente contaría con tecnología de punta, muchos más botes
salvavidas y un lujoso casino.
Al igual que en 1912, los
pasajeros tendrán la posibilidad de elegir entre primera, segunda y tercera
clase. La capacidad sería de 2435 pasajeros y 900 tripulantes. La idea es que
zarpe en el 2016, desde Southampton hasta Nueva York. ¿Tendrá la misma suerte?