jueves, 12 de noviembre de 2009

jordan brown



JORDAN BROWN





Jordan Brown tenía once años cuando cierto día, aprovechando que su padre se fue a trabajar y la novia de éste dormía, tomó una escopeta calibre 20 y le disparó en la nuca a Kensie Marie Houk (la novia de su padre), sin importarle que ésta estuviese embarazada y a unas semanas de dar a luz… Después, dejó a su hermana de cuatro años sola con el cadáver en casa, salió, y tomó el bus del colegio.
Con trece años, Jordan se enfrentaba a la posibilidad de cadena perpetua si lo juzgan como adulto, siendo que en ese caso se convertiría en la persona más joven de Estados Unidos en ser condenada de por vida pero si lo juzgan como menor de edad, Jordan quedaría libre a los 21 años.
Según psicólogos, jueces y fiscales, la persistencia del niño en afirmar su inocencia es en realidad una “negativa a asumir la responsabilidad”, teniendo que admitir su culpa para rehabilitarse.
Como se ve, el caso ha despertado una polémica que aún persiste, y que está ligada a los límites que la ley estadounidense fija para ciertas libertades: el consentimiento sexual está entre los 16 y los 18 años dependiendo del Estado, recién a los 21 se puede consumir alcohol en muchas partes; pero, aún así, se quiere condenar a un menor a cadena perpetua, al menos según la perspectiva de quienes abogan por un castigo menos severo en virtud de la inmadurez moral propia de la edad del acusado.